Los delfines tienen un comportamiento diverso y fascinante, aman las interacciones sociales, son juguetones, curiosos y cuentan con una gran capacidad de aprendizaje y adaptación. Tal vez por eso este grupo de jugadores de Newcom de Río Tercero, Córdoba, decidió inspirarse en esos animales y adoptar su nombre.
Hoy proponemos conocer un poco más de esta exitosa formación que arrancó en 2015, cuando un ajedrecista que había participado por esa disciplina en los juegos Evita vio por primera vez el juego y le gustó tanto que propuso implementarlo en Río Tercero, al principio con un sentido meramente recreativo.
«Yo me sumé en 2017. Luego los integrantes decidimos que Delfines participara del nivel competitivo», cuenta Héctor Chiche Castillo, una de las emblemáticas figuras del equipo.
Si bien arrancaron con la categoría + 60 y con el espíritu de que la actividad fuera un entretenimiento saludable, cuando se decidió competir se dispusieron distintas categorías y en la actualidad también hay equipos de +40, +50 y +68, en este último se lucen algunos de los delfines originales.
«Hay dos ramas de los Delfines, unos participan del nivel competición y otros del recreativo, estos trabajan como un taller de la Municipalidad, van a torneos pero de otra categoría», resume Chiche Castillo.
Aunque originalmente eran todos jugadores de Río Tercero, el requerimiento competitivo llevó a que se tuvieran que cubrir lugares por lesiones o deserción y se sumaron por ejemplo, un jugador de San Luis y una jugadora de Santiago del Estero que con el tiempo se mudó a esa ciudad para tener el equipo cerca y participar plenamente de todas las actividades.
Los Delfines entrenan dos veces por semana en categoría mixto y el femenino, tres días con prácticas de dos horas en cada oportunidad. Se hace foco en el aspecto físico, pero también en el juego con la pelota y las tácticas de ataque y defensa.
El tercer tiempo también es ponderado entre los deportistas. «Eso une al grupo después de los encuentros deportivos, hay una necesidad social de juntarse y conocerse un poco mas, algo que al ser un deporte mixto fomenta las relaciones, se amplía el grupo y con la salida a los torneos se hacen nuevos amigos», añade Chiche y valora que lo social y lo deportivo estén tan vinculados.
Una particularidad de Los Delfines es que no tiene un técnico externo, sino que entre tres o cuatro jugadores toman las decisiones de acuerdo a las necesidades del equipo. «La dirección técnica es un acuerdo entre nosotros, al principio pasaron varios técnicos que dirigían desde afuera, pero hoy en día eso no pasa con Delfines», agrega el deportista.
Chiche Castillo afirma que en el equipo nadie sobresale porque todos suman un poco de humor, charlas y camaradería. «Nuestra relación es buena en general, no somos excepción, tenemos problemas que resolver, pero todos somos sociales», dice el deportista.
En cuanto al mejor jugador del equipo, Castillo asegura que no existe. «Todos son importantes y cumplen su rol lo mejor que pueden, algunos son sobresalientes porque defienden o atacan mejor», indica Castillo para graficar como el todo define la personalidad y alcance del equipo.
Vale mencionar que Los Delfines alcanzaron el podio en Santiago del Estero cuando se jugó la Liga A de FEVA y en Chapadmalal se consagraron bicampeones Sudamericanos en la categoría +60. Esos son algunos de los tantos logros que obtuvieron en su prolífero recorrido deportivo.